Uno, dos, tres...



domingo, 31 de octubre de 2010

It's been a long time in Baton Rouge.



Lunes once de octubre de dos mil diez, a las veintidós y treinta y uno.

Pensarás que se me ha olvidado este día, pero no. A lo mejor no he sido la primera, pero creo, y espero ser una de las que lo hagan desde el corazón y de forma sincera. Durante estos últimos años, hemos pasado momentos innumerables. Y echo de menos aquellos tiempos, cuanto tú y yo éramos inseparables. Lo compartíamos todo. Éramos diferentes en muchos aspectos, pero encajaba. Y eso era lo que importaba. Éramos como una. Encontré en ti alguien especial con quien compartirlo absolutamente todo. Y eso es con lo que me quedo de nuestra relación. No sé si lo habré perdido o no, pero si sé que ya nada volverá a ser como antes. De hecho, ya no lo es. Pero me gusta saber que aún nos tenemos la una a la otra; y espero que sea siempre así. Me encantaría haber podido estar ahí contigo hoy. Sabes que siempre me vas a tener aquí, te quiero muchísimo, tanto como antes; y siempre lo haré. Gracias por hacerme saber que puedo contar contigo y estar cuando más lo necesito.
Muchas felicidades,
Tú.

Martes doce de octubre de dos mil diez, a las quince y seis.

No te voy a mentir, estuve todo el día esperándote, sabía que te acordabas, pero estaba nerviosa. Las horas pasaban, y tú no dabas señales. Si, es cierto que, por mucho que cuando nos vemos, todo esté bien, muy bien, perfecto, nunca será como antes, porque los caminos se han separado, y hemos evolucionado cada una hacia un lado, pero eso no quita que sigas siendo lo más importante. He intentado varias veces ser menos dependiente de ti, pero no lo he conseguido. Siempre que me pasa algo, pienso en ti. Y sigue siendo raro que no estés aquí. No me vas a perder, nunca, pase lo que pase. Y nunca, nunca he querido tanto a nadie como a ti. Tú me completabas. Espero que esta amistad, aunque diferente a la hermandad de antaño, siga siempre viva, haya la distancia que haya.
Muchas gracias, te quiero con el corazón,
Yo.


Viernes veintinueve de octubre de dos mil diez, a las  veintidós y cincuenta y tres.

Hola, 
Supongo que no estarás, porque nunca estás, pero yo te saludo, porque así siento que hablo con alguien. Todo va mal. Me gustaría tanto que aparecieses de repente por aquí. O mejor aún, que aparecieses en mi ventana. Así, de repente. Colón te echa de menos a ti también. Y El Retiro. Y Plaza de España Y Banco de España. Y la Gran Vía. Y Callao. Y la Plaza de Nosvemosalasnuevemenoscuartoycomentamoselchistedelaradio. Y mi habitación, al fondo a la izquierda, ya lo sabes. Y es viernes, y estoy melancólica, versionando "It's Friday I'm in love".
Me faltas  en cada minuto de mi rutina,
Yo.




Sábado treinta  de octubre de dos mil diez, a las seis y cuarenta y dos. Hora local.

Eh!
Ne me laisse pas. Te echo de menos. Lo siento. Es que siempre estoy sin estar. Y nunca estoy. Este fin de semana quiero hablar contigo. Para reírnos un poco del mundo y fantasear. Me gustaría también aparecer en tu ventana, aunque difícil lo veo. Aparecer en tu cuarto o en la Plaza de  Nosvemosalasnuevemenoscuartoycomentamoselchistedelaradio sería más razonable. Aunque la idea de la ventana me gusta. Deja de decir tonterías, porque estás rodeada de gente que te quiere, y, aunque a veces no lo creas, están ahí. Y la primera yo.
Ahora acabo de estar con una amiga, dando una vuelta por ahí, haciendo un poco el idiota. Luego hemos venido a casa, y hemos hecho vídeos cantando haciendo el tonto. En fin, se acaba de ir. Y no sabes cuánto me gustaría que esa amiga hubieses sido tú. Tengo la impresión de que las dos hemos cambiado. Y eso me molesta. Porque no lo hemos hecho juntas. Yo en mi cabeza todavía tengo la imagen de aquel año. Cuando recuerdo la ciudad, lo veo como hace dos años, y me equivoco, porque nada es igual. Y me parece raro. Y me molesta vivir con esa concepción en la cabeza. Nada es igual, y yo ya no me siento como antes. 
Dejemos a la gente que no nos aporta nada, en vez de intentar convencerse de que sí que lo hace, y sé feliz. Aunque sé que lo eres.
Yo también , estoy en "Friday I'm in love",
Tú.



Domingo treinta y uno de octubre , a las cero y cincuenta y siete.

Parece mentira, pero llevo días pensando en esto. Hace poco me preguntaron por ti. No sé cómo lo hago ni por qué, pero siempre que me dejo conocer, acabo hablando de tu persona. De la situación. Y si, vivimos de recuerdos sumergidos en el pasado, construimos la realidad sobre cimientos, que, algún día, nos daremos cuenta de que ya no se sostienen por sí solos. Y añadimos florituras, e historias nuevas, y reinventamos sobre lo que existe, pero siempre partimos de la misma base. Esto se quedó parado en un punto álgido, en el momento en que abandonarte me hacía más daño que ser abandonada. Pero también en el momento de más unión. Has cambiado tú y he cambiado yo, pero no nosotras. Y esto es lo que me da miedo que no funcione siempre. Me da verdadero terror verte cada vez menos, que los cinco mil quinientos setenta y dos kilómetros puedan con los mil quinientos veintidós días. Que aunque siempre hayamos sabido superar las tensiones, las confrontaciones a las que nos hemos visto sometidas, algún día cambie, y la carretera se divida, y cada carril lleve a un puerto distinto. Hasta entonces, seguiremos disfrutando como las niñas que éramos (lo que ha cambiado no es el "niñas" sino el "cómo") viviendo sobre risas que nunca llegaron a su fin.
Prométeme que esto nunca acabará,
Yo.



1 cenizas encendidas:

DIRTYGLAM dijo...

bonitas fotos! por los textos que has escrito se nota que sois muy amigas y la quieres mucho.. todo ira bien :)

Publicar un comentario

Ego et moi.

Ego et moi.

Amigos

Hello I love you, won't you tell me your name?

Mi foto
Let's do some living.